¿Qué es la depresión deportiva?
La depresión deportiva no es una que pueda ser detectada por algún psicólogo o cualquier profesional de la salud mental, pues no es real. Éste tipo de “depresión” no es otra cosa que lo que siente un fanático de algún deporte luego de que el resultado del mismo no refleja lo que el o ella (Si, por que hay mujeres que también son fanáticas del deporte y sufren de eso) esperaba. Es bastante difícil el caer en este tipo de depresión, pues aunque aparentemente no es real, yo personalmente he caído en ella, y aunque dura unos días o quizás semanas, se siente bastante real. Te pueden decir que estas loco, que dejes la “charreria”, que es solo un juego, etc. Lo cierto es, que no mucha gente entiende lo que uno pasa cuando se tiene la depresión deportiva, pues probablemente no son tan fanáticos del equipo perdedor, o simplemente no tienen el mismo amor por el deporte que uno.
Famoso meme que describe perfectamente lo que se debe hacer en un caso de Depresión Deportiva.
Se podría decir que los síntomas de una depresión regular son bastante similares a los de la depresión deportiva. Algunos de esos síntomas pueden ser:
- Tristeza
- Desgano
- Insomnio
- Alteraciones del pensamiento
- Alteraciones del comportamiento
- Pérdida del placer
Dándoles un ejemplo con cada síntoma, así sería en la depresión deportiva:
- Tristeza (¿Quién no se entristece cuando su equipo pierde?)
- Desgano (Un día luego de la derrota, a nadie le dan ganas de hacer nada)
- Insomnio (¿Cómo poder dormir pensando en la derrota? ¿Cómo?)
- Alteraciones del pensamiento (Es difícil concentrarse en algo pensando en que pudo haber sucedido si aquel jugador hubiera hecho esto y lo otro)
- Alteraciones del comportamiento (No existen ganas algunas de salir, mucho menos si aun hay torneo y tu equipo se elimino)
- Pérdida del placer (Ésta es la peor de todas, pues una vez pierda tu equipo, el sexo va a ser malo)
Básicamente, así defino yo la depresión deportiva. Muchos podrán decir que jamás la han sentido, o que es una idiotez, pero aquel que es fanático de verdad, padece de esto muy a menudo. En lo personal, experimenté lo que era depresión deportiva por primera vez en el 2004, cuando aquellos malditos Red Sox completaron el mejor ‘comeback’ en la historia del béisbol de las grandes ligas contra mis Yankees, quienes lideraban la serie de campeonato de la liga americana 3-0 y terminaron perdiendo 4 juegos corridos para eliminarse. Ahí fue cuando caí en cuenta de que había pasado, no lo podía creer. ¿Cómo es que un equipo pierde CUATRO JUEGOS CORRIDOS cuando lo que hacia falta era uno para llegar a la serie mundial? Disculpen las palabras escritas en mayúsculas, es que aún cuando lo recuerdo, me molesto. Esa fue la primera vez que por culpa de que mi equipo perdiera, me sentía triste, no quería hablar con nadie, no quería salir de mi casa, etc. Fue horrible, pero en fin, como dice el dicho “Lo mejor que hizo Dios fue un día tras otro.” y fue así como lo pude superar, pues aunque larga fue la espera, mis Yankees estaban de vuelta en el terreno en abril. Volvió a suceder en el 2012, cuando el señor Lebron James le arrebato de las manos un pase a la final de la NBA a mis Celtics, con uno de los mejores juegos individuales que he visto en mi vida con 45 Pts, 15 Reb y 5 Ast. La depresión me llego al instante, pues había bien poco chance de que mi equipo ganara un 7mo juego en Miami, y estaba en lo correcto pues perdieron. Sinceramente no odio a Lebron, excepto cuando pienso en ese juego. Demás esta el contarles sobre las dos ocasiones en que mis Patriots perdieron en el Superbowl contra los NY Giants, esas fueron las dos depresiones deportivas mas fuertes en mi vida hasta ahora.
El señor James tuvo éste 'Game face' desde el principio hasta el final durante el 6to juego del ECF del 2012.
La depresión deportiva puede ser algo serio. Si alguien alega tenerla, consuela a esa persona, puede que lo necesite. Si tienes algún tipo de conocimiento, recuérdale los buenos momentos que ha tenido su equipo o atleta favorito en el pasado, eso puede que ayude, o simplemente invítale a una cerveza. La cura para ésta depresión es simple, con el tiempo todo se cura, pues esto también. No creo que exista un buen fanático o fanática en éste planeta que no haya pasado por esto, incluso, creo que todo el mundo ha pasado por ello, si no, intenta recordar como te sentiste cuando Miguel Cotto perdió su invicto ante Antonio Margarito, o cuando nuestro equipo nacional de béisbol no pudo ganar el Clasico Mundial del 2013 llegando en segundo lugar, o mas atrás, cuando nuestro eterno campeón Félix ‘Tito’ Trinidad perdió su invicto ante Bernard Hopkins. Puede que yo esté mal, pero recuerda, lo que tu crees, no es lo que yo creo.